Método Indagatorio

La metodología de indagación consiste en enseñar ciencia mediante una motivación constante a interrogar, explorar, investigar, argumentar y comunicar las ideas. Como su nombre lo indica se enfoca en la indagación, buscando de esta manera, incentivar en el estudiantado, el planteamiento de preguntas acerca del mundo natural, la generación de hipótesis, el diseño de investigaciones, el análisis de datos y la proposición de soluciones a problemas.

Figura 3. Fases del método indagatorio.

          Fuente: Elaboración propia.

Al aplicar una enseñanza bajo la metodología indagatoria, “los y las estudiantes exploran el mundo natural y esto los lleva a hacer preguntas, encontrar explicaciones, someterlas a pruebas y comunicar sus ideas a otros. El proceso es guiado por su propia curiosidad y pasión por comprender” (Zúñiga, 2020, p. 12). Los estudiantes participan activamente en el desarrollo de su propio aprendizaje; estos, construyen los conocimientos planteados en el currículum al aprender haciendo. Los alumnos son orientados a pensar, a observar e interactuar con su realidad y, de esta manera, plantearse preguntas referentes a esa realidad, lo que los lleva a la búsqueda de información y a la experimentación.

Algunas características del método indagatorio son:

1.    Implica observar, definir preguntas, recopilar evidencia, interpretar resultados, investigar, proponer posibles explicaciones y comunicar resultados. 

2.    Desarrolla el pensamiento lógico. 

3.    Fomenta la curiosidad, el trabajo en equipo, la comunicación de ideas y el debate. 

4.    Se centra en el alumnado, de modo que el docente oriente el proceso de construcción de conocimientos científicos. 

5.    Durante la indagación se ponen en práctica competencias relacionadas con el quehacer científico. 

6.    Potencia la motivación e interés en el estudiantado. 

7.    Considera los conocimientos previos de los estudiantes de modo que se relacionen las ideas previas con los nuevos aprendizajes adquiridos.

8.    Evita un aprendizaje pasivo y propicia un proceso de enseñanza-aprendizaje dinámico y activo. 

Fuente: (Vera-Huenchuguala, 2020)